El Mensajero
Noviembre de 2022
El gobernador Alfonso Durazo está ponderando las virtudes del presupuesto 2023, destacando los aumentos en seguridad, transporte, educación y salud. En el mismo sentido circula su secretario de Hacienda, Omar Del Valle Colosio quien, tras la conferencia de prensa de este jueves 17 de noviembre, deja más que claro que si bien se establece un presupuesto social de altura, será necesario que los municipios se responsabilicen de su gasto.
Ante la enorme crisis presupuestal que genera la federación, con una designación de dineros para Sonora muy raquítica y fuera de toda realidad, el gobierno estatal, junto a los Cabildos de cada Ayuntamiento, deberán ofrecer una faceta muy creativa, para sacar adelante proyectos, políticas públicas, y necesidades apremiantes en cada uno de los 72 municipios sonorenses.
Parece que, en Nogales, algunos ediles, no lo están entendiendo así, y no solo algunos regidores, sino dirigentes municipales de partido, y hasta ex alcaldes que, en la forma, están demostrando que no irán junto al gobierno estatal en el esfuerzo arriba expuesto, y tampoco apoyarán los proyectos del propio alcalde morenista, Juan Gim Nogales.
El regidor del PVEM, David Jiménez, y presidente de la Comisión de Hacienda, buscó imponer las reglas apropiadas en la presentación del presupuesto municipal, y las condiciones legales en las revisiones pertinentes. Pero, desafortunadamente, encontró resistencia sustentada solo en el interés partidista de unos, electorales en el de otros, y personales en el de unos más.
En esa intención, el ex alcalde Jesús Pujol, metió la mano a través de sus tres regidores, Silvia Baqueiro, Perla Méndez y Marco Rivera, que además fueron sus funcionarios del 2018 al 2021, Directora jurídico, Directora desarrollo económico y regidor, respectivamente, y que ante ese compromiso con él, le operaron en contra al alcalde Juan Gim el pasado lunes 14 de octubre. Además, y entienda usted la perversidad del acto, algunos de estos regidores ahora, y ex funcionarios en la pasada administración junto a Jesús Pujol, podrían verse involucrados en alguna investigación por delitos que la Vice Fiscalía Anticorrupción podría encabezar. ¿Esta acción de no aprobar ni apoyar acciones de gobierno municipal en Nogales, lleva la presión como recurso, para evitar ser demandados? Usted tiene una mejor opinión.
Además, a estos tres regidores, que dicen ser de Morena, pero que en realidad le pertenecen a Jesús Pujol, se une el dirigente municipal del PVEM, Ramón Valenzuela, quien lejos de apoyar el esfuerzo de David Jiménez, que como ya se explicó arriba, es regidor de ese partido (fue el candidato a la alcaldía en la pasada elección), lo desconoce por completo, y en escueto pronunciamiento en redes sociales, hasta lo acusa, sin sustento, de violentador político en contra de su homóloga del PT, Leticia Calderón, dejándose llevar solo por la visceral decisión de no permitir que David Jiménez, otrora líder municipal de ese partido verde, sobresalga en su liderazgo.
Debe entenderse que, en una discusión de Cabildo, como suele suceder, los ánimos se caldean al máximo, y en el “tira tira”, los apasionamientos podrían formar parte de la narrativa política, sin que el concepto genuino de la violencia política de género, pueda o deba aplicar.
¿Faltas de respeto, lenguaje soez, amenazas o insultos, agresiones físicas, y/o adjetivos peyorativos? Esos si no deben documentarse, pero si la discusión se torna acalorada y hasta visceral, pues, cada uno debe entender que el papel que les tocó jugar es justamente ese: el del enfrentamiento de altura, de debate, y de consignas político/partidistas.
En busca de ese equilibrio, el regidor por MC, Demetrio Infantopulos, está destinado a ser el fiel en la balanza, y quien, a su acostumbrado buen juicio, logra ser el “apaga fuegos”, y con su votación responsable, provocar que se tomen las decisiones correctas, a favor de los nogalenses.
Por último, digno es de mencionar que David Jiménez, en su carrera política en Nogales, no puede ser acusado de violento, altanero ni golpeador, como si tiene ese antecedente Ramón Valenzuela.
Tampoco puede ser señalado de posibles actos de corrupción pasados, como se dice si podrían ser señalados los tres regidores pujolistas.
La única falta de este regidor es ser de carácter fuerte, es cierto, impositivo, se reconoce, pero no ofensivo ni peligroso.
En fin, es necesario que en Nogales se imponga el raciocinio en todos, porque de esto dependerá que, ante la crisis económica y presupuestal que viene, el alcalde Juan Gim pueda cumplir su propósito de sacar adelante a Nogales.
Redacción de Gilberto “mensajero” Armenta.
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